mardi 9 février 2010

El descuartizador de Mons (historia verdadera)


Para mis amigos de habla española, les cuento la historia verdadera y sin acabar del descuartizador de Mons, hecho sin igual en la historia criminal de mi ciudad natal, Mons.

Febrero 2010, el hecho acaba de resurgir en la actualidad y en los medios de prensa local y nacional: la historia del descuartizador de Mons retoma sus derechos con un nuevo hecho: hay un nuevo sospechoso y es digno de una historia criminal de gran calibre…

Déjeme contarles la historia criminal Montoise, de Mons, la más famosa de todos los últimos tiempos en esta pequeña ciudad del sur-oeste de Bélgica, donde normalmente no pasa gran cosa…

Es una historia real, lo único que hago es re transcribir y contar “para que vean” como la locura, el miedo y el horror han tomado sus cuarteles a orillas de los ya famosos ríos cercanos de La Haîne et de La Trouille (traducidos por el colmo y literalmente del francés al español El Odio y El Miedo).

Los hechos

Mons, hace más de diez años, entre los meses de marzo 97 y abril 98, la población, en sus carros, en sus cocinas, en los salones de peluquería, en los buses etcétera esta suspendida boquiabierta a los parlantes de las radios y a las imágenes de sus televisores… La Policía de Mons ha encontrado unos pedazos humanos de mujeres encerrados en bolsas de plástico para la basura.

El primer hallazgo lo hace un policía montado a caballo: en una zanja, nueve bolsas, todas contienen restos humanos cortados con cierra para metal y escalpelo, no hay ninguna cabeza y hay unas ropas interiores de colores vivos. Se cuentan tres cuerpos descuartizados…

Dos días después, una bolsa parecida es encontrada calle de la Inquietud, rue de l’Inquiétude. En Europa, las calles tienen nombres en relación con la historia, muchas relacionadas con las guerras y los hechos sucedidos en cuyas arterias de las ciudades.

Hasta 2002, se encontraran pedazos de cuerpos, fémur, cráneo, cadera en diversos lugares de la región, muchas veces cerca de lugares con nombres macabros, el río La Haîne o El Odio, la rue de la Trouille o calle del Miedo, o también la rue du Dépôt es decir la calle del Deposito.
La policía encuentra un total de cinco cuerpos encontrados en quince bolsas, las victimas son todas mujeres.

El modus operandi permite entrever que se trata de un solo criminal: las victimas son todas mujeres y las bolsas son todas encontradas en lugares que llevan nombres que evocan el horror de los actos. Sin embargo, después de trece años de los hallazgos no se ha encontrado el asesino descuartizador de Mons. Hasta estos últimos días…

El Doctor Antoine

Hombre de 62 años, medico generalista muy conocido en la ciudad y muy respetado por sus calidades profesionales, Jacques Antoine es arrestado hace pocos días por amenazar y perseguir una mujer que trabaja en un salón de belleza. A partir de este momento, el grupo de investigación Corpus que investiga sobre los hechos de las bolsas macabras de hace trece años, analiza unas cartas recibidas donde el propio hijo del doctor le denuncia y le acusa de ser el descuartizador de Mons.

Los hechos por los cuales el doctor fue arrestado recientemente y algunos otros del pasado permiten pensar que la investigación encontró una nueva y buena pista…

Sin embargo, todo queda por probar, el hijo acusador, por cierto estudioso en Derecho y Leyes y para algunos un poco loco, entendió todo cuando un día “se puso las pilas” de repente y comprendió que su padre era el asesino en serie. Le llamo y le dijo “yo se que eres el descuartizador”, el doctor no le negó y le respondió “has resuelto la enigma”.

¿Será verdad o será que el hijo fabula o inventa?

Este descubrimiento repentino hace pensar a algunos que es imposible entender todo de repente como lo pretende el hijo del doctor y dan poca credibilidad a sus acusaciones, otros, en cambio creen en el y en esta facultad humana de entender estos horrores de un día al otro.

El campo ya se dividió entre los moderados que confían en la Policía y en la Justicia para resolver el caso y los otros, desde ya acusadores del doctor, justicieros sin serlo, lectores de la prensa roja, impacientes y hambrientos de sangre y quizás de claridad…

¿El doctor Antoine es o no es otro Jekyll con su Mister Hyde?

Todo queda por investigar, averiguar y probar pero queda claro que de ahora en adelante, la vida del doctor ha cambiado y quizás se resolverá un caso de los más dementes y horribles de la historia judicial moderna de la región.

Mathieu Flament

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